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¿Qué es la medicina basada en evidencia?

¿QUÉ ES LA MEDICINA BASADA EN EVIDENCIA?

por Dr. Roger Zaldivar, CEO & Co-Fundador de REVAI, en “Healthcare info reimagined

 

La medicina basada en la evidencia (MBE) es una práctica médica que combina la experiencia clínica individual con la mejor evidencia clínica externa disponible procedente de la investigación sistemática y los valores de los pacientes. Es un enfoque de la atención sanitaria en el que las decisiones médicas se toman utilizando las pruebas científicas más recientes y fiables.

La MBE implica utilizar las mejores pruebas actuales para tomar decisiones sobre el cuidado de cada paciente y hacer un uso juicioso de las pruebas diagnósticas, terapias y otras intervenciones. Este tipo de práctica requiere el acceso a grandes cantidades de datos estadísticos y clínicos; sin embargo, puede resultar difícil obtenerlos por falta de disponibilidad o por medidas prohibitivas desde el punto de vista de los costes.

La MBE ha sido elogiada por su potencial para reducir el despilfarro en la asistencia sanitaria mediante la optimización de los recursos y la mejora de los resultados de los pacientes, respetando al mismo tiempo los valores y preferencias individuales de cada paciente. Sin embargo, la MBE también ha sido criticada por ser demasiado reduccionista -al no tener en cuenta las complejas realidades de la vida de un paciente fuera de la consulta del médico-, así como por ignorar elementos importantes como el contexto social, la compasión, la empatía y la atención.

La MBE es una forma eficaz de que los profesionales de salud tomen decisiones informadas sobre la atención a sus pacientes combinando su propia experiencia con las mejores pruebas actuales procedentes de la investigación sistemática. Aunque tiene sus ventajas y sus críticas, sigue siendo una herramienta valiosa para los profesionales de la medicina cuando se utiliza adecuadamente.

 

¿Cuáles son algunas de las ventajas de la medicina basada en la evidencia?

La medicina basada en la evidencia (MBE) se ha hecho cada vez más popular en los últimos años debido a sus numerosas ventajas tanto para los profesionales de salud como para los pacientes. La MBE es una práctica que se basa en las mejores pruebas disponibles a la hora de tomar decisiones sobre la atención al paciente, lo que ayuda a optimizar la utilización de los recursos y a minimizar el despilfarro en la asistencia sanitaria. Esto puede mejorar los resultados para los pacientes y reducir el riesgo de errores médicos.

Además, este enfoque fomenta una relación de colaboración entre los profesionales de salud y los pacientes, ya que permite a los médicos conocer mejor las necesidades y los valores individuales del paciente antes de tomar decisiones sobre su atención. El uso de directrices clínicas también facilita la aplicación de normas coherentes en todos los hospitales y sistemas de salud, de modo que se pueda prestar una atención de calidad a todos los pacientes, independientemente de sus necesidades o preferencias individuales.

En general, la medicina basada en la evidencia ofrece numerosas ventajas, como procesos de toma de decisiones mejor informados, mejores resultados para los pacientes, mayor colaboración entre profesionales de salud y pacientes, y normas más coherentes entre distintos hospitales y sistemas de salud. Por eso no es de extrañar que la MBE se haya hecho tan popular entre los profesionales de la medicina en los últimos años.

 

¿Cuáles son algunas de las críticas a la medicina basada en la evidencia?

El concepto de medicina basada en la evidencia ha sido criticado recientemente por diversas fuentes. En esencia, la MBE se centra en los ensayos clínicos y la recopilación de datos para fundamentar las decisiones terapéuticas, lo que en algunos casos puede llevar a una dependencia excesiva de las intervenciones médicas. Además, a algunas personas les preocupa que los protocolos estándar empleados por este enfoque den prioridad a determinados tratamientos por encima de otros, independientemente de la necesidad del paciente.

Además, existe el argumento de que la medicina basada en la evidencia pasa por alto cualidades importantes como la empatía y la compasión a la hora de tomar decisiones sobre el cuidado de la salud. Esto podría dar lugar a un sistema en el que no se tuvieran en cuenta los valores y preferencias individuales a la hora de buscar los tratamientos más eficaces disponibles sin tener en cuenta su impacto en la creación de relaciones entre pacientes y proveedores.

A pesar de estas críticas, la MBE sigue utilizándose ampliamente debido a su potencial para mejorar los resultados y ahorrar costes en los servicios de salud. Por tanto, es esencial que los profesionales que utilicen este método tengan en cuenta todos los factores -incluidos los valores individuales del paciente- a la hora de crear planes de tratamiento para no limitar el acceso a la atención necesaria.

 

¿Cómo puede aplicarse la medicina basada en la evidencia al cuidado de la salud?

La medicina basada en la evidencia puede aplicarse en la asistencia sanitaria a través de diversos métodos. Los ensayos clínicos, el análisis de datos y las guías de práctica clínica son sólo algunas de las formas en que la medicina basada en la evidencia puede utilizarse para mejorar la calidad de la asistencia.

Los ensayos clínicos proporcionan información valiosa sobre la eficacia de diversas intervenciones y tratamientos. Mediante la realización de estudios controlados, los investigadores pueden identificar qué enfoques funcionan mejor para determinadas poblaciones de pacientes y perfeccionar las opciones de tratamiento en consecuencia. El análisis de datos permite a los investigadores comparar distintos enfoques asistenciales y descubrir patrones en los resultados. Esto es especialmente útil cuando se trata de identificar posibles áreas de mejora dentro de los sistemas de salud.

Las guías de práctica clínica también desempeñan un papel importante en la aplicación de la medicina basada en la evidencia en la asistencia sanitaria. Las directrices ayudan a los proveedores a mantenerse al día en las mejores prácticas y garantizan que todos los pacientes reciban el mismo nivel de atención, independientemente de su proveedor o ubicación. Los programas de mejora de la calidad constituyen otra forma de promover la medicina basada en la evidencia, ya que ayudan a identificar las áreas en las que la atención podría mejorarse o modificarse dentro de una organización.

 

Por último, la educación desempeña un papel clave en la implantación de la medicina basada en la evidencia en los centros de salud. Los proveedores deben mantenerse informados sobre los resultados de las investigaciones actuales y sobre cómo aplicarlos a su propia práctica. Educar al personal en la medicina basada en la evidencia también puede ayudarles a comprender mejor cómo se eligen los tratamientos y por qué los médicos toman determinadas decisiones.”

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